Bruna Montes ha dedicado su vida a la defensa del medio ambiente, especialmente a luchar por las comunidades de la Amazonía ecuatoriana afectadas por la contaminación petrolera de Chevron.
A pesar de sus esfuerzos, la justicia parece inalcanzable, y la desesperación la lleva a planear una protesta radical. En la azotea de un edificio, con el mundo como testigo a través de una transmisión en vivo, Bruna lanza su ultimátum, poniendo en juego su vida para llamar la atención global sobre una causa urgente e ignorada.
Una protesta profunda por justicia ambiental que sacudirá al mundo desde las alturas.